"...Pero lo más bonito era quizás el sauce, ese arbolito sentimental que de antiguo nombran llorón,
y que desde la llegada de la Retórica al mundo viene teniendo una
participación más o menos criminal en toda elegía que se comete. Su
ondulado tronco elevábase junto al cenotafio, y de las altas esparcidas
ramas caía la lluvia, de hojitas tenues, desmayadas, agonizantes. Daban
ganas de hacerle oler algún fuerte alcaloide para que se despabilase y
volviera en sí de su poético síncope. El tal sauce era irremplazable en
una época en que aún no se hacía leña de los árboles del romanticismo.
El suelo estaba sembrado de graciosas plantas y flores, que se erguían
sobre tallos de diversos tamaños. Había margaritas, pensamientos,
pasionarias, girasoles, lirios y tulipanes enormes, todos
respetuosamente inclinados en señal de tristeza..."
La de Bringas. Benito Perez Galdos (la medalla que fue en paquete 1 tiene hojas de sauce)
jimena
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